Unos lo llaman juega vivo, otros trampas. Lo que está claro es que algunos jugadores aprovechan cualquier situación para sacar ventaja en un partido de pádel. Como diría aquel, “si cuela, cuela y, si no, me la pela”.
Una de las pillerías/trampas más típicas es la de cantar mala cualquier bola “dudosa” que pase por su lado de la pista. Que si el paralelo ha tocado antes la pared lateral que el suelo, ya no por el bote que ha dado sino por el sonido que ha hecho, o la bola ha tocado la pared del fondo antes que el suelo dando igual cómo haya salido rebotada luego la bola. En estos casos lo más gracioso es que la suele cantar el que más alejado está de donde bota la bola.
Luego están los que tienen exceso de vista y cuando les cantas un saque malo, el que está en la red te mira mal y te dice “ese saque es bueno”, cuando eres tú el que está paralelo a la línea de saque y estás fijándote dónde bota. Casualmente, las veces que me han dicho eso, la bola se había ido por bastante.
Otros directamente se auto regalan puntos, o incluso juegos. Da igual que tú sepas perfectamente cómo vais en el marcador, siempre aparecerá el típico que te diga que el punto anterior lo habían ganado ellos. Cuando les preguntas que qué punto han ganado no se acuerdan, sólo saben que lo habían ganado ellos. Esto pasa mucho sobre todo cuando es el típico rival que nunca canta el resultado. Ya les has ganado el juego cuatro veces pero ellos siguen sacando argumentando que el punto anterior era ventaja suya.
Luego tenemos a los roba bolas que sólo lo hacen en los momentos importantes de los partidos. De repente te empiezan a cantar dobles faltas, remates que según ellos han tocado la pared, en esa volea has invadido campo.
Aunque algunos digan que es pillería, no deja ser una trampa el hecho de que el rival se ponga a hablar o gritar en cuando vas a sacar o vas a golpear a la bola durante el juego con la clara intención de molestar o desconcentrar. No se puede hacer, además de ser de mala educación.
Otra situación es la de terminar ganando el punto y que el rival te diga que repitamos el punto porque a la hora de restar le ha deslumbrado un foco o que creía que alguien había dicho algo, en fin, cualquier excusa que suelta el rival, y sí, es excusa porque si no lo diría en el momento y no cuando ha terminado el punto.
En este ejemplo hay una variante, y es cuando haces un punto al resto y el rival te dice cuando termina el punto que hay que repetirlo porque su saque había sido malo, ¡increíble!
Y como bonus estaría un caso que para alguno puede que sea picaresca, pero para la mayoría es mala educación, sobre todo si no es con amigos con quién juegas. Hablo de esa gente que cuando fallas un saque te sueltan “¡Eso, otro igual!” o fallas una bola y gritan “¡Buena!”. Que sí, que es juego psicológico para que el rival se vaya del partido pero me da igual lo que me digan, me parece un detalle muy feo venga de quien venga.
Y así podríamos seguir todo el día porque de bien seguro que todos nos hemos visto involucrados en acciones de este tipo.
Fuente: El Neverazo