Ya es la segunda vez que Juan Lebrón es baja por la lesión que viene afectando su codo derecho. Si juegas pádel estos datos pueden interesarte para evitar caer en este tipo de lesiones.
La epicondilitis, también conocida como codo de tenista, es una afección que afecta a los tendones en la parte externa del codo. Aunque se llama «codo de tenista», esta lesión no solo afecta a los tenistas, sino que puede ocurrir en cualquier persona que realice movimientos repetitivos del brazo y la muñeca.
La epicondilitis se produce por la sobrecarga o el uso excesivo de los músculos y tendones que se insertan en la zona del epicóndilo lateral del codo. Estos tendones son responsables de estabilizar y controlar los movimientos de la muñeca y los dedos.
Debes estar alerta a los síntomas
Los síntomas más comunes de la epicondilitis incluyen dolor en la parte externa del codo, sensibilidad al tacto en el área afectada, debilidad en el antebrazo y dificultad para realizar ciertos movimientos, como agarrar objetos o apretar la mano. El dolor suele empeorar al realizar actividades que implican el uso de la muñeca y el antebrazo, como levantar objetos pesados, girar la muñeca o hacer movimientos repetitivos.
Un tratamiento largo que requiere más que paciencia
El tratamiento de la epicondilitis generalmente incluye una combinación de medidas para aliviar el dolor y promover la curación. Estas pueden incluir descanso y evitando actividades que empeoren los síntomas, aplicación de hielo en el área afectada, uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir la inflamación y el dolor, fisioterapia para fortalecer los músculos y tendones, y en algunos casos, el uso de férulas o soportes para el codo.
Es importante tener en cuenta que la recuperación de la epicondilitis puede llevar tiempo y paciencia. Es recomendable buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran, ya que en casos graves, puede ser necesaria una intervención médica adicional, como inyecciones de corticosteroides o cirugía.
Recuerda que es fundamental evitar el sobreuso de los músculos y tendones del brazo y la muñeca, realizar calentamientos y estiramientos adecuados antes de la actividad física y utilizar la técnica correcta al realizar movimientos repetitivos para prevenir la aparición de la epicondilitis.