- Era uno de los ‘hobbies’ recurrentes en la plantilla azulgrana
- En el vestuario son varios los jugadores que siguen con interés el World Padel Tour
A los jugadores del FC Barcelona no les ha quedado más remedio que guardar la raqueta al fondo del armario. Durante un buen tiempo no la utilizarán. No con autorización del club, al menos. Al regresar de la gira veraniega por Estados Unidos, el club comunicó a la plantilla que la práctica del pádel quedaba explícitamente prohibida.
Hasta entonces, buena parte del vestuario azulgrana solía emplear parte de su tiempo libre con partidos de pádel. Algunos incluso cuentan con pistas en su urbanización, por lo que ni tenían que ‘salir de casa’ para divertirse un rato a golpe de muñeca. Lo hacían, eso sí, sin forzar la maquinaria. Más por estirar las piernas y activarse que por competir en el sentido estricto de la palabra. Pero ahora eso se ha acabado.
En el tramo final de verano, al actualizar el código interno de disciplina, el cuerpo técnico añadió de forma explícita la prohibición de jugar a pádel. No es que hasta aquel momento estuviera permitido como tal, pero la práctica del pádel no estaba mencionada como tal en la lista de actividades prohibidas. Dicho en otras palabras, había una especie de vacío legal respecto a dicha práctica.
Cuando asumió el mando, el cuerpo técnico se encontró con un vestuario sin normas, sin límites. En su intento de cuidar hasta el último detalle, el ‘staff’ quiere minimizar el riesgo de lesiones, y de ahí su decisión respecto al pádel. Así las cosas, a los jugadores no les queda más remedio que verlo en televisión o en sus teléfonos. Son varios los que siguen con atención el World Padel Tour.