Los que se encontró de manera fortuita durante una de sus jornadas de entrenamiento diario, Vinicio nunca imaginó que eso se convertiría en un estilo de vida.
Durante el podcast, Vinicio nos contó que un día como otro cualquier, mientras hacía su rutina de entrenamiento en la Ruta Viva, se encontró con unas canchas de padel y la curiosidad lo llevó a un camino del que no iba a poder salirse jamás.
Asegura que conocer este nuevo deporte cuando ya estaba saturado del running, lo llevó a tomar un segundo respiro; sin saber que sería un nuevo vicio para él y su familia.
Ahora varios años después, se ha convertido en uno de los embajadores del padel amateur más importantes en Quito, Ecuador. Siendo así el más constante y antiguo de Q-Pádel, el club pionero del pádel en Ecuador.